Para explicarlo tan sólo utilizó una tabla periódica de los elementos, si, esa que tanto odian en la secundaria pero que todo nerd recuerda con orgullo, ¿por qué Oro? simple.
Primero, como es lógico, buscamos elementos que sean químicamente estables, eso ya deja una gran parte de isótopos afuera, pero lo segundo es en qué formato lo encontraremos en la naturaleza. Los gaseosos afuera.
No podemos comprar en Oxígeno ni con Xenón, no hay forma de almacenarlos sin mucho aparataje con los tanques y todo eso, ni hablar medir su pureza o cantidad exacta.
Elementos como el Litio, expuestos al aire normal entran en combustión, como pasa con algunas baterías de notebooks que revientan, el Litio y el aire no se llevan bien, el dinero que se quema no sirve. Y no es el único reactivo, la mayoría tiene reacciones fuertes con el Oxígeno del aire.
Algunos se corroen con el aire así que tampoco servirá una moneda que se transforme en óxido con el tiempo, por eso no vemos monedas de hierro aun siendo estas muy fáciles de hacer. Sanat llega a 38 elementos luego de eliminar los que no cumplen con esto.
Las últimas dos filas del final las elimina por radioactivos, no vale pagar con Uranio y matar al cajero, a los demás comensales, a tu invitada y a ti mismo en el proceso.
De 118 elementos te quedan 30 si eliminas los gases, los que se oxidan o reaccionan y los que te matan.
Sanat elimina entonces los menos frecuentes como el Osmio que llega vía asteroides, no sirve, necesitamos algo que exista en cantidades suficientes para transacciones, entonces eliminándolos quedan tan sólo cinco: Rodio, Paladio, Plata, Platino y Oro.
El Rodio y el Paladio no se conocieron hasta el siglo XIX así que imposible en la historia de la humanidad. La Plata ha sido usada durante siglos como moneda, pero es levemente reactiva y se deforma con facilidad, el Platino es complicado para fundir, en la antigüedad imposible, llegar a 1768.3 °C era realmente difícil.
Queda tan sólo el Oro, así es, de todos los elementos queda el Oro, fácil de fundir, maleable, pesado, relativamente común en el planeta pero no lo suficiente como para hacer rico a todos.
Extraído de fabio.com.ar